morí para que nazcas, después te mataste

4/1/14

Oigo a las nubes
maullar cerca tuyo,
te vas,
las hierbas se confunden
en la nada
el viento late por vos.

Un latido del río iluminó mi cuerpo,
me pidió que salve tus manos.
Veo cuerpos en las sombras,
hoy mis pulmones arden,
me dormí en el silencio
que jamás existió para nosotros.

Te convertiste en un pájaro muerto
perdido en la inmensidad de mis ríos.
Tu vientre llorando.
La dulzura de las rocas baila en el pasto.

Afuera todo es gris,
y estoy al aire libre
sintiendo
a los colores susurrar.